La Secretaria General del Partido Andalucista, Pilar González, ha iniciado una campaña informativa y de recogida de avales bajo el título “Yo avalo, más Andalucía, para que nos oigan en Madrid”, al tiempo que ha elevado un recurso al Tribunal Constitucional y el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, por entender que la resolución de tener que recoger avales para poder presentarse a las elecciones es “un atentado contra la igualdad, contra el derecho a ser elegible, contra el pluralismo democrático”. Es la primera vez que un partido político, como el PA, que lleva presentándose a todas las convocatorias de elecciones desde 1978, tiene que recurrir al Tribunal Supremo para denunciar “un atropello como el que estamos viviendo”.
La nueva Ley Electoral exige que los partido que no hubieran obtenido representación parlamentaria en ninguna de las Cámaras en la última convocatoria necesitarán la firma de al menos el 0,1 por ciento de los electores inscritos en el censo electoral de la circunscripción por la que pretendan su elección. Para poder optar a las elecciones por todas las provincias andaluzas, el PA necesita en total casi 6.500 avales.
Es absolutamente injusto, porque siendo el PA la cuarta fuerza política, con más de 230.000 votos en las pasadas elecciones municipales, necesitamos avales, frente al caso de UpyD que con 70.000 votos no tiene que pedir avales. Es el atropello a la democracia pactado por PP y PSOE y con el silencio del resto de partidos con representación en el Congreso, una pretensión de blindar la democracia, para que nadie más que ellos tengan acceso.
La vulneración de derechos fundamentales es flagrante porque se impide a un partido político que no tenga diputados o senadores en Madrid concurrir a las elecciones si no reúne un mínimo requisito de avales.
Es fundamental que haya una voz andaluza en el Congreso, donde en la actual legislatura había 61 diputados que elegimos los andaluces para que nos representen en Madrid y ninguno defiende el interés de Andalucía.
Ahora más que nunca es necesaria la presencia de un partido fuerte en el Congreso de los Diputados que defienda nuestros intereses.
La nueva Ley Electoral exige que los partido que no hubieran obtenido representación parlamentaria en ninguna de las Cámaras en la última convocatoria necesitarán la firma de al menos el 0,1 por ciento de los electores inscritos en el censo electoral de la circunscripción por la que pretendan su elección. Para poder optar a las elecciones por todas las provincias andaluzas, el PA necesita en total casi 6.500 avales.
Es absolutamente injusto, porque siendo el PA la cuarta fuerza política, con más de 230.000 votos en las pasadas elecciones municipales, necesitamos avales, frente al caso de UpyD que con 70.000 votos no tiene que pedir avales. Es el atropello a la democracia pactado por PP y PSOE y con el silencio del resto de partidos con representación en el Congreso, una pretensión de blindar la democracia, para que nadie más que ellos tengan acceso.
La vulneración de derechos fundamentales es flagrante porque se impide a un partido político que no tenga diputados o senadores en Madrid concurrir a las elecciones si no reúne un mínimo requisito de avales.
Es fundamental que haya una voz andaluza en el Congreso, donde en la actual legislatura había 61 diputados que elegimos los andaluces para que nos representen en Madrid y ninguno defiende el interés de Andalucía.
Ahora más que nunca es necesaria la presencia de un partido fuerte en el Congreso de los Diputados que defienda nuestros intereses.
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