En estos momentos estamos viviendo el fin de una época y el nacimiento de otra. También al fin de la hegemonía del PSOE en Andalucía tanto por el hundimiento sin paliativos del sistema económico que ha impulsado como por la crisis política de su liderazgo errático y el afloramiento de la corrupción generada por la cultura del clientelismo. El PP quiere aprovechar el momento para explotar Andalucía. Dice que es el cambio, pero todos sabemos que representa la vuelta al pasado: más de lo mismo pero con más desigualdad. El partido de los poderosos nunca podrá ser el partido de los andaluces.
La situación económica de Andalucía es muy grave y las perspectivas indican un agravamiento de la crisis. Por eso no podemos desperdiciar la oportunidad de estas elecciones para que Andalucía vuelva a tener voz propia para defender los intereses de la mayoría, en especial de los que más están sufriendo esta crisis: parados, trabajadores que ven peligrar su puesto de trabajo, mujeres, jóvenes, jubilados, etc.
Andalucía necesita más que nunca tener fuerza propia. Sólo el hecho de que se hayan convocado, por fin, de forma separada nuestra elecciones de las elecciones generales, como veníamos clamando desde el principio, está dando a Andalucía un peso específico en la política de todo el estado hasta el punto de que está aplazando las medidas más duras que va a tomar el nuevo gobierno de Rajoy y que serán aún peores para Andalucía que las que acaba de tomar.
En la realidad política del Estado, sólo cuentan las Comunidades que tienen partidos propios fuertes. Andalucía necesita una potente fuerza propia que de una respuesta integral a las demandas y aspiraciones dé sus ciudadanos, que esté presente y se pronuncie en todos los foros políticos y que dé un mensaje claro y progresista ante todos los problemas de nuestro pueblo.
Andalucía se encuentra, en este contexto nuevo y desconocido (la nueva época que está generando la crisis) invisibilizada. Actuemos. No podemos esperar más. El paro está arrasando Andalucía. Sabemos lo que nos conviene y cómo hacerlo. Nuestro programa es la respuesta.
En estas elecciones tenemos la oportunidad de cambiar las cosas, de volverlas del revés, de que en vez de que en Andalucía sólo se escuche la voz que viene de Madrid, tengamos voz propia en nuestro propio Parlamento, porque Andalucía existe, porque la crisis va para largo y porque no vamos a permitir que sigamos siendo los últimos. Somos la comunidad más grande, tenemos la cultura más antigua, sólo tenemos que recuperar la confianza y el orgullo. Podemos enderezar el rumbo de Andalucía si los andaluces confían en los andalucistas, en los que llevamos a Andalucía en el corazón de nuestro pensamiento.
Somos la fuerza útil de Andalucía, de contenido progresista, andalucista y ecologista, que tiene como finalidad principal la activación de la sociedad andaluza mediante su identificación con el ideal de ciudadanía andaluza; que defiende la igualdad de Andalucía en España y en la Unión Europea frente a la actual deriva asimétrica y que tiene un proyecto reformista viable para liderar y gobernar Andalucía.
La situación económica de Andalucía es muy grave y las perspectivas indican un agravamiento de la crisis. Por eso no podemos desperdiciar la oportunidad de estas elecciones para que Andalucía vuelva a tener voz propia para defender los intereses de la mayoría, en especial de los que más están sufriendo esta crisis: parados, trabajadores que ven peligrar su puesto de trabajo, mujeres, jóvenes, jubilados, etc.
Andalucía necesita más que nunca tener fuerza propia. Sólo el hecho de que se hayan convocado, por fin, de forma separada nuestra elecciones de las elecciones generales, como veníamos clamando desde el principio, está dando a Andalucía un peso específico en la política de todo el estado hasta el punto de que está aplazando las medidas más duras que va a tomar el nuevo gobierno de Rajoy y que serán aún peores para Andalucía que las que acaba de tomar.
En la realidad política del Estado, sólo cuentan las Comunidades que tienen partidos propios fuertes. Andalucía necesita una potente fuerza propia que de una respuesta integral a las demandas y aspiraciones dé sus ciudadanos, que esté presente y se pronuncie en todos los foros políticos y que dé un mensaje claro y progresista ante todos los problemas de nuestro pueblo.
Andalucía se encuentra, en este contexto nuevo y desconocido (la nueva época que está generando la crisis) invisibilizada. Actuemos. No podemos esperar más. El paro está arrasando Andalucía. Sabemos lo que nos conviene y cómo hacerlo. Nuestro programa es la respuesta.
En estas elecciones tenemos la oportunidad de cambiar las cosas, de volverlas del revés, de que en vez de que en Andalucía sólo se escuche la voz que viene de Madrid, tengamos voz propia en nuestro propio Parlamento, porque Andalucía existe, porque la crisis va para largo y porque no vamos a permitir que sigamos siendo los últimos. Somos la comunidad más grande, tenemos la cultura más antigua, sólo tenemos que recuperar la confianza y el orgullo. Podemos enderezar el rumbo de Andalucía si los andaluces confían en los andalucistas, en los que llevamos a Andalucía en el corazón de nuestro pensamiento.
Somos la fuerza útil de Andalucía, de contenido progresista, andalucista y ecologista, que tiene como finalidad principal la activación de la sociedad andaluza mediante su identificación con el ideal de ciudadanía andaluza; que defiende la igualdad de Andalucía en España y en la Unión Europea frente a la actual deriva asimétrica y que tiene un proyecto reformista viable para liderar y gobernar Andalucía.
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