20 de noviembre de 2008

Aquel 4 de Diciembre

Manifestación del pueblo andaluz el 4 de Diciembre de 1977
Conviene recordar

Que la juventud andaluza sea consciente de su historia y sus símbolos es una de las tareas ineludibles para cualquier andaluz, pero sobre todo para el Partido Andalucista. Por tanto, teniendo en cuenta que hoy 4 de diciembre se conmemorará el XXXI aniversario del asesinato de este joven andaluz a manos del fascismo, y comprobando que el asesinato de García Caparrós queda fuera de la recién aprobada Ley de la Memoria Histórica, ya que la misma solo alcanza a las víctimas del franquismo anteriores al 4 de octubre de 1977, el Partido Andalucista de Fuengirola, como señal de respeto y duelo por Manuel José García Caparrós, un andaluz que murió por la autonomía andaluza, quiere reivindicar su memoria porque no debe caer en el olvido.

El 4 de diciembre de 2008, se cumplen 31 años de aquel 4 de Diciembre, día de la gran manifestación en que los andaluces, en todas las capitales de nuestra tierra, pedimos autonomía plena a la luz cóncava de la mañana de las libertades.
A nuestras esperanzas de futuro en libertad les habíamos puesto el color blanco y verde de la vieja bandera autonomista, que en la cabeza de la manifestación llevaban unos niños. Pancartas donde de mil diferentes y espontáneas maneras, se exigía Autonomía Plena. Nunca hubo mayor fiesta que aquella mañana gris de do-mingo. Fue, a la vez que fiesta, un continuo clamor de afirmación reivindicativa, que en Málaga se tiñó de muerte por el asesinato de Manuel José García Caparrós, cuando intentaba colocar la verde y blanca en el balcón de la Diputación todavía franquista.
Sentimos ahora el desengaño, pasados los años, cuando algunos han convertido aquella bandera de ilusiones en el banderín oficial del que viven. Cuando hemos comprobado que la autonomía no ha sido el remedio contra los viejos males. Sentimos tener que reconocer que aquella mañana del 4 de Diciembre los andaluces cometimos una temeridad histórica. No había más sentimiento andaluz que el agravio comparativo. Los gritos no salían de la identidad, sino del callo pisado.
De aquel roto de Andalucía exigiendo la autonomía plena surgió el actual descosido de la ruptura del concepto de Estado. Nosotros queríamos ser nacionalidad histórica, pero luego 14 autonomías más quisieron ser igual que Andalucía. Entonces no podíamos comprender lo que ahora dolorosamente constatamos.
Y conviene recordarlo hoy para aquellos que, por su edad, no pudieron vivirlo. Y también para los amnésicos. Recordar significa volver a pasar por el corazón. A todos nos convendría hacerlo con aquel primer 4 de diciembre, pero no es un ejercicio de nostalgia. Tentaciones habría para ello, ya que 31 años después, Andalucía sigue siendo la última en niveles de renta de todas las Comunidades Autónomas de España y su peso demográfico, histórico y cultural apenas está presente en los escenarios estatal y europeo.
La atonía más chata es la característica fundamental de las instituciones andaluzas de la que nuestros políticos son simples administrativos. Es el Partido Andalucista, único partido al servicio sólo de Andalucía, quien defiende como ningún otro la identidad y cultura andaluzas, un nacionalismo democrático, pacífico y solidario, como ha sido siempre el andaluz.