Nuevamente
en el Partido Andalucista hemos vuelto a tener razón en otra de nuestras denuncias
y reivindicaciones. Ya veníamos denunciando desde que se remodeló el recinto
Ferial unas graves deficiencias en la obra, como la no construcción de los
aseos previstos en el proyecto tan necesarios, que han sido demandados
reiteradamente por los usuarios de los mercadillos, y preveíamos una serie de
problemas que a nuestro juicio saldrían a la luz a corto plazo, tales como
malos olores de las alcantarillas que carecían del desdoble de aguas pluviales
y fecales.
Y un tercer
problema, quizá más grave y también denunciado por los Andalucistas en su
momento, como la inexistencia de una canalización para evitar que los feriantes
tengan que extender sus mangueras de 15 o 20 metros de longitud desde sus
caravanas, que durante las fiestas patronales permanecen tiradas en el asfalto hasta
encontrar una arqueta de pluviales y otras para la conexión de agua potable, lo
que crea un grave riesgo de tropezones y caídas para los viandantes.
El Partido
Andalucista propuso en su día una solución para este problema, que pasaría por
la construcción de dos filas de arquetas en cada una de las zonas donde se
instalan las atracciones de feria y comunicarlas subterráneamente. Así de
fácil se evitaría la exposición continuada de estas peligrosas gomas sobre el
asfalto por donde transitan gran cantidad de personas.
A las
propuestas del Partido Andalucista nuestros gobernantes, con la prepotencia
que les caracteriza, hicieron oídos sordos. Pero la lógica prevalece y hemos
tenido que esperar todos estos años para ver como al final el Equipo de
Gobierno Popular
nos da la razón y acomete la reforma. Después de 3
meses y de 6 operarios municipales, se han terminado las obras para la
instalación de las arquetas y saneamiento. Pero parece que los políticos de
turno se vuelven a equivocar y cometen otra chapuza más, porque seguiremos teniendo
malos olores al no hacerse el desdoble de aguas pluviales y fecales, y
continuarán las mangueras tiradas por la vía pública en esta Feria y quizá
también en la siguiente. Se ha resuelto el problema al 50%, ya que las tomas de
agua potable no se han modificado.
Lamentamos
tener razón ya que esto supone, una vez más, un gasto injusto para los sufridos
contribuyentes de cuyo bolsillo sale el costo de esta obra mal hecha. Estos
errores, además de costar años de espera para corregirlos, supone un sobrecoste añadido muy
superior a lo que
hubiese supuesto hacer la obra bien hecha en su momento, es decir, utilizar 380
metros de tubo y construir 20 arquetas. Resolver ahora el problema al 50% nos
ha costado a todos los fuengiroleños 45.000 euros, más las molestias que han
causado durante tres meses a los comerciantes del mercadillo en plena temporada
turística con la maquinaria, las vallas, la excavadora, camiones, etc. El resto
se arreglará previsiblemente más adelante, quizá para la próxima Feria, justo
antes de las elecciones municipales. Mientras tanto seguiremos corriendo el
riesgo de tropezar con estas mangueras peligrosas.
Estos son
los métodos de contención del gasto y de austeridad que anuncian los políticos
que nos gobiernan.
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