23 de septiembre de 2014


La inoportuna nueva Ordenanza de Ocupación de Vía Pública




    La alcaldesa de Fuengirola ha presentado la nueva Ordenanza de Ocupación de la Vía Pública, cuya normativa, según a comunicado a la prensa, apuesta por mejorar la estética del municipio y además humanizar las calles. Para ello se establecen una serie de criterios mínimos que deberán tener las instalaciones exteriores, como son las terrazas o expositores, donde los comerciantes tendrán un plazo de cinco años para adaptarse a los criterios mínimos planteados. Además, en los planes sectoriales se tienen en cuenta las peculiaridades de las distintas tipologías de calles para establecer las características mínimas de los elementos exteriores.

    Desde Fuenmi, agrupación de hostelería desde hace 22 años en Fuengirola, lamentan que por el Ayuntamiento y la concejalía correspondiente no se haya ni siquiera consultado su opinión en ningún momento del largo recorrido que ha tenido la elaboración del texto de la Ordenanza, opinión que comparte el Partido Andalucista de Fuengirola. Parece ser que no han considerado necesario
escuchar a los representantes de los principales afectados: los pequeños empresarios de hostelería de Fuengirola. Difícilmente se va mejorar el entorno urbano si la Ordenanza entra en vigor tal y como está redactada, ya que inevitablemente producirá el cierre de cientos de negocios en la ciudad por el elevado coste que supone su adaptación a esta nueva normativa, independientemente de las  bondades  administrativas que sin duda contiene. ¿Qué mejora estética va a suponer ver cientos de pequeños negocios cerrados y alguna sombrilla suelta en los pocos que puedan sobrevivir?
    Se dice en el enunciado de la nueva Ordenanza que uno de sus objetivos es como “Apoyo al comercio local”. No sabemos si en el colmo de la inocencia o de la confusión semántica, se produce este enunciado como principio general promotor de esta Ordenanza. ¿Qué clase de apoyo al comercio local es el obligar a los negocios de pequeña superficie interior, quiénes subsisten en invierno gracias a un pequeño cerramiento que les permite utilizar la superficie de su terraza durante más de seis meses al año, a desmantelar completamente ese cierre, condenándoles a la quiebra inevitable de su pequeño negocio? No es necesario mencionar las consecuencias que tendrá en el mercado laboral y el mantenimiento de la pequeña empresa Fuengiroleña la aplicación de esta nueva norma tal como está redactada.
 
 ¿De verdad considera la señora Oña que esta ordenanza fomentará y defenderá la productividad? ¿No será exactamente todo lo contrario, cuando decenas de pequeñas empresas (el 60% de los negocios de hostelería de Fuengirola) se encuentren aboca-dos a un cierre inevitable por verse su “productividad” totalmente mermada al desaparecer de facto sus terrazas? ¿Se ha imaginado por un momento la señora Oña el paseo marítimo de nuestra localidad durante los meses de octubre a marzo, sin un solo cerramiento? Probablemente sea lo más parecido a lo que el municipio era hace 35 años: un paseo marítimo totalmente vacío. Si eso es lo que el Ayuntamiento quiere conseguir, no tiene más que hacer que el artículo 16 de esta nueva e inoportuna Ordenanza entre en vigor tal y como está redactado.



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